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el periodico de saltillo
Abril 2015
Edición No. 314


Solo “palabras”: Pueblo Cansado

Armando Montalvo Olivo.

Transcurre el 2015…Y de nuevo habrá elecciones en Coahuila…Ahora no se votará para elegir a alcaldes, sino diputados federales.

Alguien dijo y no se equivocó. Será más de lo mismo. No cabe duda que el abstencionismo será el ganador absoluto. No hay quien le gane.

Esto no es más que el retorno a esa vieja cultura del no voto, de compra de votos, del ciudadano que vende su voto, del ciudadano que se deja intimidar, del ciudadano que se deja presionar para votar por uno o por otro partido.

Es triste, pero el coahuilense se retrae desde hace tiempo a una vieja cultura construida durante décadas por el PRI, y abandona ese interés de participación política actualmente.

En Coahuila por tradición o como se quiera interpretarlo, los gobiernos priistas aunque no lo quieran aceptar, conlleva a que el ciudadano se aleje de la política y de los políticos, porque entre otras razones, no hay un enlace entre su vida cotidiana y las decisiones que toman los políticos en los distintos niveles, ya sea estatal o federal.

Es lamentable, pero la realidad es que muchos coahuilenses tienden a contestar que la política no incide en sus vidas porque ellos son apolíticos, y asumen que la forma en que se posicionan con respeto a la política supone una barrera entre lo que los políticos hacen y su vida cotidiana.

Cuando se les hace la reflexión de que se elevan los impuestos, el desempleo y que no hay servicios en sus comunidades, y que todo eso tiene que ver con la gestión de los gobernantes, entonces es cuando empiezan a hacer esa relación entre los políticos, la política y su vida cotidiana.

Además, los coahuilenses diversifican poco sus fuentes de información, en tiempos actuales se conforman con lo que les dicen los medios electrónicos y prensa escrita, no buscan más fuentes de información de las plataformas de los partidos ni del historial de los candidatos cuando hay elecciones.

De manera tradicional, no eran los ciudadanos los que se daban una forma de gobierno sino que era el PRI el que creaba una sociedad a modo, el que le decía al ciudadano cuándo debe votar, dónde debe votar y cómo debe votar.

Solo hay que hacer memoria, luego del año 2000, cuando triunfó el PAN en las elecciones presidenciales, se pensó que habría un cambio en los mexicanos. Duró sólo 12 años. El coahuilense siguió igual y sin buscar la alternancia en el poder.

El ciudadano vuelve a la posición de apatía, porque en Coahuila gobierna hasta ahora el Partido Revolucionario Institucional. No hay la posibilidad en los próximos años de un cambio. Quienes tienen el control, así lo hacen creer.

Los coahuilenses siguen sin cambiar, aplican y seguirán aplicando esa vieja cultura política que no sólo la comparten los partidos y los políticos, sino también ellos mismos

A esto hay que sumar a los ciudadanos que siempre votan por el mismo partido y a los que con nostalgia votan por el PRI: con nostalgia de los buenos años, con nostalgia de los años de los milagros, cuando el gobierno con dinero corrompe, presta y derrama hacia la población.

Los coahuilenses nostálgicos no alcanzan a vislumbrar que las altas tasas de desempleo se deben a que el PRI introdujo una política neoliberal en la economía; no está viendo los errores del PRI, no está viendo la postura autoritaria de un priismo tradicional.

Incluso, el priismo no ve que esas viejas costumbres, con esas viejas mañas, sin las ventajas de los años del milagro, Coahuila seguirá igual, donde lo que predomina son palabras únicamente, y que quienes gobiernan aunque no lo acepten enfrentarán pronto a un “Pueblo Cansado” y donde la única esperanza en el 2017, será un candidato independiente que alzará la mano bajo la insignia empresarial y de una religión.

 
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